miércoles, 9 de junio de 2010

¿Por qué es importante Aranguren para el Presidente?

Me hice, una y otra vez, esta pregunta la semana pasada al ver la impresionante arremetida del presidente Uribe contra la justicia. Primero acusó a los altos tribunales de presionar la detención de Mario Aranguren y luego se sacó de la manga una temeraria denuncia contra la jueza Jenny Jiménez, quien había ordenado la reclusión del director de la Uiaf.

Recordé que actitudes similares había tenido cuando se consolidó el proceso contra Jorge Noguera, director del DAS; en el momento en que se hizo inminente la orden de captura contra el senador Mario Uribe Escobar por 'parapolítica'; y con ocasión del proceso a Yidis Medina por el delito de cohecho en el trámite de la ley que dio vía libre a la primera reelección.

Me puse a examinar los momentos en que han ocurrido estos episodios de enfrentamiento agudo con la justicia y el papel que juegan las personas que suscitan la controversia, y saqué dos conclusiones fundamentales: han ocurrido en las dos crisis del gobierno de Uribe y los personajes que defiende son de su círculo más cercano y conocen al dedillo acciones indebidas fraguadas en el Palacio de Nariño.

La primera gran crisis de la coalición de gobierno se dio a finales del año 2007 y a principios del 2008. El 27 de septiembre del 2007, la Corte Suprema de Justicia llama a indagatoria a Mario Uribe y el 22 de abril del 2008 se expide la orden de captura; es el momento culmen de las investigaciones por 'parapolítica'. El 16 de noviembre del 2007 es destituido e inhabilitado por 16 años Jorge Noguera. El 25 de abril del 2008 la Corte Suprema dicta auto de detención contra Yidis Medina. En esos meses se dio también la ruptura de las negociaciones entre el Gobierno y los paramilitares y una andanada de acusaciones mutuas que develaban negociaciones debajo de la mesa y escabrosas promesas incumplidas a última hora.

Fue en ese tiempo en el que se gestó el complot contra el magistrado Iván Velásquez, principal investigador de la 'parapolítica', en el cual resultaron involucrados alias 'Tasmania', Mario Uribe Escobar y Santiago Uribe, hermano del Presidente. En esos meses se produjeron, igualmente, las tres visitas al Palacio de Nariño de Antonio López, alias 'Job', para entregar información que permitiera enlodar a la Corte Suprema. Y, según la Fiscalía, es también el periodo en que se realiza la reunión entre funcionarios del DAS y la Uiaf con Bernardo Moreno, José Obdulio Gaviria y César Mauricio Velásquez para organizar o perfeccionar las interceptaciones telefónicas y el espionaje a la vida y a las cuentas de magistrados, periodistas y miembros de la oposición.

La segunda gran crisis del uribismo se ha producido en estos primeros meses del 2010 con la caída del referendo que buscaba autorizar la segunda reelección; el proceso judicial contra los promotores de la iniciativa; la declaratoria de inexequibilidad de buena parte de las medidas de la emergencia social; la medida de aseguramiento contra Mario Aranguren, director de la Uiaf; las acusaciones del mayor Meneses, que ubican a Santiago Uribe como miembro del grupo paramilitar denominado los 12 apóstoles; y la conformación de un gran movimiento de opinión encabezado por Antanas Mockus, que reclama angustiosamente restaurar la legalidad y limpiar las instituciones colombianas de la aberrante corrupción en que se han hundido.

De la primera crisis el uribismo salió avante con la extradición de los 14 jefes paramilitares y la seguidilla de golpes a las Farc que culminaron en la deslumbrante 'Operación Jaque'. Las aguas se calmaron por un tiempo. La segunda crisis empezaron a superarla con el triunfo de Juan Manuel Santos en la primera vuelta y aspiran a conjurarla definitivamente con la instauración de un "Gobierno de Unidad Nacional" que debilite o anule a la oposición política y con una reforma de la justicia que coloque a la Fiscalía bajo el mando del Presidente y ponga una mordaza de hierro a las cortes.
lvalencia@nuevoarcoiris.org.co
León Valencia

http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/lenvalencia/por-que-es-importante-aranguren-para-el-presidente_7744675-1