viernes, 30 de julio de 2010

Entrevista a Aleka Papariga: "Para nosotros el poder popular no es otro, es el socialismo"

Aleka Papariga, Secretaria General del Comité Central del Partido Comunista de Grecia (KKE)

*Carlos A. Lozano Guillén.-Entrevista en VOZ 2543 2 al 8 de junio de 2010

En exclusiva para VOZ, la principal dirigente del KKE (por su sigla en griego), influyente partido que ha estado a la cabeza de las movilizaciones populares en Grecia, con gentileza respondió las preguntas que le hicimos llegar vía mail.

Aleka Papariga es la Secretaria General del Partido Comunista de Grecia (KKE) desde la década de los años noventa, después de haberse destacado como dirigente estudiantil. Es una aguerrida parlamentaria, cuyo protagonismo es extraordinario en la actual coyuntura, pues su voz se levanta en el Parlamento para oponerse a las soluciones burguesas y sin ningún temor llama a las masas populares a rebelarse y a resistir contra la ofensiva capitalista. La entrevista es un documento de singular valor, esclarece el fondo de la situación de la crisis en el viejo continente y las causas de la misma.

A Aleka, menuda y de pequeña estatura, le sobra el coraje. Dice que para los comunistas griegos la única opción es la salida popular, que no puede ser otra que el socialismo. No hay salidas intermedias, tampoco reformistas, en un mundo, tras el derrumbe soviético, en que sectores de la seudoizquierda sienten pánico de la lucha por la transformación revolucionaria de la sociedad. El planteamiento de esta mujer, que enorgullece a las féminas y a los comunistas, hombres y mujeres de todas las latitudes, es medular, interpreta lo más alto de la marea de la lucha de clases y su acción está en la cresta de la ola, es un ejemplo para su país y para el mundo.

Crisis periódica capitalista

- ¿Cuáles son las causas de la situación actual en Grecia?

- La causa de la profunda crisis en la cual se encuentra Grecia es la misma de todos los países capitalistas desarrollados. Se trata de una clásica crisis periódica de la economía capitalista. De hecho es una crisis generalizada y profunda. Independientemente de la forma en que se manifiesta de un país a otro, es el resultado de la sobreacumulación de ganancias y capitales que se dificultan en encontrar nuevas salidas, sin obstáculos, de rentabilidad continua y es imposible de superar si no existe una depreciación del capital.

Esto es lo que tratan de ocultarle a los pueblos, los gobiernos, los organismos internacionales imperialistas y los varios analistas utilizando todos los medios.

En Grecia se presenta como un problema de gran deuda pública y de gran déficit estatal. Vale la pena mencionar que en nuestro país, los últimos 15-20 años, se han dado altas tasas de crecimiento con un aumento escandaloso de las ganancias de todos los sectores de la plutocracia. Este “milagro” griego se ha llevado a cabo por gobiernos socialdemócratas y liberales, teniendo como guía una estrategia común que ha sido apoyada por la Unión Europea (UE): medidas contra los trabajadores, reformas reaccionarias en todos los sectores, reformas laborales, en la seguridad social, privatización, comercialización de la salud y de la educación, financiamiento estatal y provocadoras medidas de exención de impuestos para el capital. El objetivo ha sido el fortalecimiento de los monopolios, tanto griegos como europeos, en sus actividades dentro y fuera de la UE.

Al pueblo griego le han dicho, que ésta es la vía, que esta estrategia asegura el desarrollo continuo y que el resultado final beneficiará también al pueblo. Los hechos han justificado al Partido Comunista de Grecia (KKE, sus siglas en griego), que desde el principio advirtió que ese camino sólo iba a traer problemas al pueblo y crisis.

El pueblo a pagar la crisis

Ahora la clase burguesa y sus partidos políticos cooperan para que el pueblo pague la crisis y los impasses del capitalismo. Quieren descargar en la espalda de los trabajadores y de los sectores pobres del pueblo, los nuevos préstamos públicos a fin de financiar la concentración de capitales que se asfixian y corren peligro de desaparecer. Al mismo tiempo, utilizan la crisis para aplicar medidas reaccionarias que querían aprovechar desde hace varios años con el fin de abaratar la fuerza productiva y desplazar de la producción grandes sectores de empleados autónomos y pequeños empresarios.

La crisis capitalista no es la enfermedad sino un síntoma de la incurable enfermedad del capitalismo, donde el desarrollo continúa siendo anárquico y desigual en todos los sectores de la economía y en la fase donde prevalecen los monopolios. Las medidas antipopulares que toman todos los gobiernos en la fase de desarrollo como la propia crisis, confirman una demostración evidente, que el capitalismo ha quedado obsoleto. Todas sus contradicciones se han agudizado al máximo y sobre todo la contradicción fundamental entre el capital y el trabajo.

- ¿Cómo intenta resolver la crisis el gobierno socialdemócrata?

- Antes de las elecciones, en octubre pasado, habíamos advertido al pueblo griego, de la manera más explícita, sobre las duras medidas que iban a venir después de las elecciones. Incluso habíamos indicado la razón por la cual la plutocracia y los mecanismos del sistema habían elegido y apoyaban el establecimiento de un gobierno socialdemócrata. Considerábamos que fue más capaz que el gobierno conservador para imponer las duras medidas antilaborales ya que controlaba al liderazgo del movimiento sindical de los trabajadores, de los pequeños comerciantes y los autónomos. Cabe señalar que tanto en el periodo pre-electoral como ahora, presenta la crisis el aumento del déficit y de la deuda pública, como resultado de una mala gestión, de falta de transparencia y de corrupción de los gobiernos anteriores.

El gobierno de PASOK (socialdemocracia) ha intentado y sigue intentando desorientar y someter al pueblo utilizando trucos y dilemas para intimidarle. Aunque su programa contiene las medidas antilaborales que implementa actualmente, que incluso habían sido votadas y apoyadas por la Unión Europea, al principio parecía no querer implementarlas y que se vio obligado a hacerlo por el curso de los hechos, por las presiones de la UE y del FMI. Ambos organismos apoyan y ayudan al Gobierno proponiendo las mismas bárbaras medidas contra los trabajadores.

Para lanzar una guerra implacable contra el pueblo ha utilizado el dilema: o grandes sacrificios o bancarrota. De esta manera, trata de presentar estas medidas que son necesarias para el capital, como necesarias también para el pueblo. Presenta las contradicciones agudizadas del capital y de los gobiernos, dentro y fuera de la UE, como una guerra de especuladores a costa del país. Igualmente intentó y sigue intentando presentar y utilizar el apoyo que tiene de todos los sectores de la plutocracia y de los medios de comunicación, como apoyo de parte del pueblo.

Abriendo paso a la protesta popular

- ¿Cuál es la reacción o la respuesta de los trabajadores?

- Lamentablemente, la mayoría de la clase trabajadora y de los sectores populares pobres no tomaron en cuenta, con la seriedad requerida, las advertencias del KKE. Inmediatamente después de las elecciones, como KKE y como PAME (Frente Militante de todos los trabajadores) tomamos iniciativas para desvelar y organizar a tiempo la lucha contra la ofensiva antiobrera que estaba por venir. La primera huelga que convocó el PAME, el 17 de diciembre, estaba en contra tanto del gobierno, de los grandes industriales y de los partidos burgueses, así como de los líderes sindicales que expresan los intereses de la aristocracia obrera y todos tuvieron realmente una reacción rabiosa. No obstante, esa huelga y la lucha por su éxito constituyeron el inicio para que se desplegara el contraataque del movimiento de clase organizado, la intervención política del partido para que se diera un golpe decisivo al fatalismo, a la sumisión, y abrió el camino para la creación y expresión de la disposición militante de los trabajadores y de las clases populares.

Hoy, podemos decir con seguridad, que la propaganda, los dilemas del Gobierno y de sus aliados no han rendido frutos. La mayoría del pueblo condenó las medidas y una gran parte de los trabajadores y de los sectores populares, superando las varias formas de intimidación, participó en las huelgas y en las movilizaciones principalmente del PAME y en las manifestaciones del KKE.

La inconformidad popular

En este periodo, constatamos que una parte significativa de los trabajadores y del pueblo siente resentimiento y descontento y que se desarrollan procesos significativos en su conciencia. El Gobierno y en total los mecanismos del sistema utilizan todas las armas de que disponen para obstaculizar su radicalización. Lo que realmente les preocupa y quieren anular de cualquier manera es la emancipación de las conciencias populares de la vía de sentido único del capitalismo. Quieren impedir la participación activa en el movimiento de clase organizado, la adopción de las posiciones y de la propuesta política del KKE. Para lograrlo, utilizan el flagrante anticomunismo, la calumnia, las mentiras, las amenazas. Utilizan incluso provocaciones, organizadas con muertos, intentando identificar la movilización de los trabajadores con la “violencia ciega” de los servicios secretos. No dudan ni siquiera en acusarnos como instigadores morales a causa de nuestra posición de desobediencia popular ante las medidas antipopulares, exigiendo sumisión y renuncia de las formas de lucha que elige el movimiento. Cada vez más abiertamente nos plantean el dilema “¿respetan o no respetan la Constitución?” exigiendo que dejemos de luchar por el socialismo. Que sepan que nuestra respuesta es una; están tocando la puerta equivocada. El sistema no puede subyugar al KKE. Para nosotros, la ley es la razón del pueblo y no necesitamos ningún permiso para luchar junto con el pueblo contra la política antipopular, contra la plutocracia por el derrocamiento y el socialismo.

La propuesta de los comunistas

- ¿Qué salida propone el KKE?

- Frente a los dilemas que plantearon nuestros adversarios al pueblo en relación con la crisis, nuestra respuesta es que va a caer en bancarrota o el pueblo o la plutocracia. No existe solución intermedia. No existe salida de la crisis a favor del pueblo, sin que se toquen drásticamente las ganancias, la fuerza y en consecuencia el poder de los monopolios. Por ello, la única vía que todavía tiene el pueblo para poner obstáculos ante las medidas duras a su costo es un contraataque de clase político, decisivo.

Nuestra propuesta de salida a la crisis se resume en la consigna: “alianza popular, de trabajadores, antimonopolista, para el poder popular”, que es necesaria para lograr cambios radicales en general en el ámbito del poder, y primero a nivel de la economía.

El camino para satisfacer los derechos populares contemporáneos, para que nuestro país confronte las intervenciones y los antagonismos de los organismos imperialistas internacionales es que el pueblo esté en el poder, teniendo en sus manos el control de la economía y de la producción. Por esto, la propuesta de alianzas y poder para el pueblo tienen los siguientes ejes básicos: Que todas las grandes fábricas y empresas de energía, de materia prima, los transportes, las telecomunicaciones, las industrias, el comercio y los bancos, sean propiedad social. Que se socialicen los monopolios, de manera que con la planificación centralizada del poder popular se utilicen todas las capacidades productivas del país, teniendo como único criterio las necesidades del pueblo. A su lado funcionarán, incluidas en la planificación nacional, las cooperativas de producción de los pobres y medianos campesinos, de los pequeños comerciantes. Que la tierra deje de ser una mercancía. Que no exista actividad empresarial en los sectores de la educación, de la sanidad y el bienestar social.

La base del poder popular serán las unidades de producción del sector socializado y de las cooperativas cuyos representantes serán revocados y al mismo tiempo existirá el control obrero popular de abajo hacia arriba.

Esa Grecia del poder popular y de la economía popular no cabe en ningún tipo de organismo imperialista como son la UE, la OTAN, etcétera. Revisará la deuda pública y tratará de lograr acuerdos internacionales, cooperaciones en una base completamente diferente y utilizará las contradicciones imperialistas en la medida que puede. Para nosotros el poder popular no puede ser otro que el socialismo.

El fracaso de Maastricht

- ¿Esta situación, en relación con las especificidades en Portugal y España, demuestra el fracaso de la UE y del Tratado de Maastricht?

- El Tratado de Maastricht y la política de los monopolios europeos basada en ello y con el fin de que sean más competitivos y rentables que sus antagonistas, ha traído resultados para el capital europeo. Es claro que esto sólo se podría hacer a costa de los trabajadores y de los pueblos de los países de la UE, así como de los países donde opera el capital europeo.

El fracaso de la UE subyace en el hecho que la crisis ha demostrado la bancarrota completa de los argumentos de todos sus defensores tanto liberales como socialdemócratas e “izquierdas”. La UE no es ni puede ser a favor de los pueblos. Es una construcción de los monopolios europeos y como tal es reaccionario y peligroso para los pueblos. En el interior de la UE no fue enfrentada la desigualdad entre los países; al contrario se ha agudizado. No se ha convertido ni se convertirá en el contrapeso de los EE.UU. o de otros centros imperialistas. Son aliados y atacan a los pueblos unidos. Al mismo tiempo luchan ferozmente entre ellos para ganar en el antagonismo, tener mayor parte de los mercados y ampliar su influencia en el mundo. El camino a favor del pueblo es sólo el socialismo y se juzgará primero a nivel nacional. En Europa, cada pueblo que escoja esta vía de desarrollo y de organización de la sociedad contra la explotación del capital y de los monopolios estará obligatoriamente contra la UE.

ver el blog del camarada Lozano http://carloslozanoguillen1.blogspot.com/2010/06/en-exclusiva-para-voz-entrevista-la.html

200 AÑOS DE RESISTENCIA

ADE, FECODE, PLAN KAZIYADU, PDA, TJER, CATEDRA DE DDHH EDUARDO UMAÑA LUNA
Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo

Hablar del Bicentenario en la conmemoración o celebración de una supuesta independencia, quedándonos en los referentes tradicionales de las grandes gestas y epopeyas de nuestros mártires y héroes o airear con preguntas insulsas constituyendo un simulacro de participación ciudadana desde nuestras escuelas, con profesores del área de sociales dirigidos y asesorados en el terreno por sectores progresistas de la Universidad Nacional, que buscan transmitir y construir un imaginario y un referente histórico sobre 200 preguntas, que emergen de la imaginación confusa y a la vez lúcida de nuestros niños, niñas y jóvenes, no es más que introducirnos en el discurso dominante de los poderosos de nuestra nación, que con el apoyo siempre condicionado del imperio buscan refundar la patria con los referentes de nuestra falseada historia.

Ha sido muy hábil el gobierno de turno en dirigir este proceso con su más ilustre “intelectual” que a través de sus esperpentos y vacías reflexiones busca nuevamente reacomodar la historia de los vencedores, reclutando a aquellos historiadores y académicos que alguna vez buscaron visibilizar y rehacer la historia de los vencidos, eso pareciera ser un propósito común cada 100 años de nuestra historia.

Sin embargo, los pueblos se resisten a vivir el destino del destierro, el encierro y el olvido y es por esto que gritan a los oídos sordos del poder su propia historia, que va de boca en boca y en el susurro de lo prohibido, haciéndose eco entre todos los hombres y mujeres, no en grades salones ni en los grandes medios, ni a manteles, si en las calles y en el silencio cómplice de sus habitaciones, en los parques y en las plazas de mercado con el olor fresco de la vida que alimenta la esperanza, así en los pasillos asustados de las universidades y en la peligrosa y criminalizada cátedra que resiste al currículo, deambula lánguida, moribunda y subversiva la más sonora expresión de dignidad y resistencia de los pueblos LA MEMORIA.

La memoria, hermana gemela de la HISTORIA, esas dos habitantes incómodas y dolorosas del recinto inconcluso de nuestro Estado – Nación, que a los espíritus autoritarios y totalitarios les es imposible reconocer y comprender en su justa dimensión, por tal razón las decapitan con la guillotina de la mentira. En respuesta los PUEBLOS asaltan la Bastilla, para nosotros de florero disfrazada, liberando todas las historias de horror, terror, hambre y miseria, es por esto que ayer como hoy nos corresponde enfrentar los discursos dominantes y las prácticas despóticas con una mirada crítica y con la lucha interminable e incansable de los oprimidos. Lo de ayer fue el inicio de la transformación suprema de la burguesía, lo de hoy ha de ser el final de la misma y la reconciliación definitiva de todos los hombres y mujeres en una verdadera libertad, fraternidad e igualdad, o sea en nuestro tan escurridizo y anhelado SOCIALISMO RAIZAL.

Ayer, hombres y mujeres sacrificaron la libertad y ofrendaron su vida, hoy, esos ríos de sangre y dolor que inundaron nuestro territorio son los únicos que deben ser desecados y que toda nuestra tierra sea terreno estéril para seguir sembrando tantos odios y rencores, es hora de no solo imaginar lo inimaginable, es decir de hacer realidad la más difícil de las Utopías, de reconocer y reconocernos en nosotros y en los otros, saber que el más atroz y el más perverso de los criminales es el otro, es el distinto y si todos los colombianos a un espejo nos miramos, quizás ese otro, ese distinto, seamos nosotros mismos, porque el culto dogmático a la guerra es el cántico engañoso que seduce nuestro oído y aliena nuestras conciencias, aceptamos y aplaudimos, a veces sin quererlo tantas atrocidades, otros cumplen el ritual de la muerte, desde grandes oficinas y a través de un simple decreto cierran escuelas y hospitales, precarizan el empleo y expulsan a millones de trabajadores a la calle, privatizan la riqueza que es de todos, manejan las motosierras, disparan los fusiles, cercenan con cuchillos y machetes, bombardean desde el aire y cultivan las minas de la muerte, los otros - nosotros nos complacemos en este juego inconcluso de Eros y Tánatos.

La historia se repite unas veces como comedia y otras como tragedia dicen los entendidos, ayer miles de hombres eran fusilados y encarcelados por invocar las consignas libertarias de la Reforma, la Ilustración y la Revolución Francesa, hoy ocurre lo mismo con aquellos que nos atrevemos a proponer una alternativa distinta a la voracidad del gran capital, al olvido, y la mentira, por esto nos asesinan, nos desaparecen, nos torturan y como el invasor europeo llenaba sus pestilentes y asquientas mazmorras de presos de conciencia y políticos, hoy hacen lo mismo con la asepsia de los medios y la indiferencia, señalándonos como criminales, terroristas y apátridas, sin embargo la incómoda HISTORIA demostrará quienes de verdad lo son. Hoy no se puede negar ni desconocer la brutalidad y la atrocidad del invasor europeo, cómo su presencia en nuestro continente y en otras latitudes fue y es de despojo, pillaje y saqueo.

En definitiva, después de 200 años la tarea es inconclusa, no hubo ni hay independencia para nuestros pueblos, separación a lo sumo, la revolución burguesa fue el propósito en ciernes, aunque ni eso hemos logrado y la emancipación es nuestra tarea a seguir y concluir, donde la EDUCACIÓN de carácter y orientación POPULAR deben ser la herramienta fundamental en este propósito, como nos lo dijeran e hicieran los maestros Paulo Freire y Orlando Fals Borda.

ADE, FECODE, PLAN KAZIYADU, PDA, TJER, CATEDRA DE DDHH EDUARDO UMAÑA LUNA.

Julio 17 de 2010. A los 563 días de encierro, angustia y dolor.




http://www.colectivodeabogados.org/200-anos-de-resistencia

COLOMBIA, DESINFORMADA

Por: Reinaldo Spitaletta

A veces nos obnubila tanta información. Y, qué curioso, entre más abunda, menos conocemos. Pasó, por ejemplo, con la para algunos circense Cumbre de Río, en Santo Domingo. Todo se supo: los besitos, los abrazos, las sonrisas, y hasta la mirada indignada del presidente ecuatoriano, menos lo de la resolución que señaló a Colombia como violadora de soberanía.


Parecía que ni los periodistas estaban enterados. Días después del certamen diplomático, en un noticiario bogotano que entrevistaba al canciller de Venezuela Nicolás Maduro, éste tuvo que recordarle al reportero la resolución y, además, la leyó al aire. Para la prensa colombiana pareció más importante la “reconciliación” entre Chávez y Uribe, que el resultado de una cumbre que expresó su preocupación porque Colombia violó la territorialidad ecuatoriana.

Pero esto quedó en segundo plano. En Colombia (que como dicen es “pasión” y nada de razón) la sensación flotante fue la de que el presidente Uribe resultó “ganador”, cuando, en rigor, estuvo acorralado y perdió una batalla diplomática. El incienso en la prensa no dejó ver el nuevo descalabro nacional, y volvió a pasar que los medios colombianos hicieron las veces de voceros oficiosos.

Y es que hasta para el mismo asesor presidencial uribista, José Obdulio Gaviria (sí, el mismo que dijo que la marcha del 6 de marzo era convocada por las Farc) la cumbre de Río dejó mal parada a Colombia en diplomacia. Es si no leer la resolución y se notará que más que un gol uribista lo que sucedió fue un autogolazo.

Desde luego, la cumbre de Río reivindicó la convivencia pacífica y la no injerencia en los asuntos internos de un país por otro. Y, a la postre, como dijo el viejito Fidel Castro, el único perdedor en toda esta revoltura fue el gobierno estadounidense en cabeza de Bush. Ya se ha dicho: los Estados Unidos tienen en Colombia su punta de lanza para América del Sur.

Los medios de comunicación colombianos en sus informaciones y escasez de análisis, se han caracterizado más que por informar de un modo amplio y con todas las caras de los hechos a sus receptores, por una actitud propagandística. No es extraño entonces que después de la Cumbre de Río, en República Dominicana, Uribe haya elevado sus niveles de “popularidad”.

Poco se escruta en la prensa colombiana sobre los intereses de las trasnacionales gringas en esta parte de América, ni sobre las tareas y prioridades del Comando Sur de los Estados Unidos. Ni mucho menos acerca de la correlación de fuerzas en Suramérica. Washington intenta una recolonización y tiene en Colombia una avanzada para el efecto.

Y así como la invasión a Irak tuvo como trasfondo y esencia el control del petróleo, para los Estados Unidos es prioritario tal recurso estratégico. Y por eso, su interés particular para controlar el petróleo de Venezuela y Ecuador. Dentro de sus estrategias, mediante el Comando Sur, está garantizar “el flujo libre del suministro regional de energía a los mercados internacionales, sin que sea objetivo de agresión”. Bueno, a veces es mejor utilizar a “aliados” para que cumplan ese papel.

La pregunta es: ¿Ha sido Colombia utilizada por las políticas estadounidenses en el caso de su incursión al Ecuador? En cualquier caso, los problemas de mercado son evidentes. En la reciente cumbre de Santo Domingo Uribe tuvo que disculparse, afirmar que no reincidirá en una incursión a territorio ecuatoriano y desistir incluso de sus acusaciones según las cuales Venezuela y Ecuador, a través de sus presidentes, tenían vínculos con las Farc. Pese al apoyo gringo, Uribe tuvo que recular.

http://www.elespectador.com/opinion/columnistasdelimpreso/reinaldo-spitaletta/columna-colombia-desinformada

LOS MEDIOS MASIVOS Y EL CONFLICTO EN COLOMBIA

Rubén Darío Zapata
Pueblos

Sin dudas, esta última década fue fatal para el periodismo colombiano. Ante la polarización política del país, los grandes medios masivos entregaron definitivamente su independencia y compromiso ético en función de los intereses del proyecto político de la elite, representada en lo esencial por el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, lo que redundó en la pobre calidad informativa y analítica de los contenidos periodísticos.

En el periódico de Medellín El Colombiano, por ejemplo, donde el bajón se ha sentido más por el compromiso de los dueños con la casa política de los Valencia Cossio (actual Ministro del Interior y de Justicia), despidieron a dos de las voces más reconocidas e independientes del periodismo nacional, Reinaldo Spitaleta y Javier Darío Restrepo, por sus críticas al gobierno. Fernando Garavito (autor de la columna El señor de las moscas) fue despedido de El espectador por desvelar las relaciones del entonces candidato presidencial Alvaro Uribe Vélez con el narcotráfico y el paramilitarismo antioqueño.

Pero el compromiso de los grandes medios (RCN, Caracol, El Tiempo, etc.) con un proyecto político neoliberal, autoritario y excluyente, no se ha quedado en el silenciamiento de las voces independientes; sino que más bien éstas han terminado por convertirse en una caja de resonancia del gobierno para publicitar sus diversos programas o puntos de vista evitando tocar los temas complicados para el gobierno o maquillándolos a su conveniencia.


Frente a este proyecto, el conflicto armado se erige como el principal obstáculo: hay que acabar con él como sea y, si no se puede, negarlo. Ésta ha sido la intención del gobierno de Uribe, replicada incesantemente en los grandes medios de comunicación en Colombia. Uribe fue ungido por los medios masivos de comunicación en 2002 para acabar con este conflicto (en seis meses), ante la supuesta “actitud endeble” del gobierno de Pastrana.

Pasos y esfuerzos para deslegitimar el proceso de diálogo del gobierno de Pastrana con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)

Desde ese momento no hizo falta investigar a los responsables de secuestros, extorsiones y asesinatos, porque todo delito de este tipo tenía un solo y seguro responsable: las FARC. O, al menos, así lo sentenciaron en cada caso los medios masivos. Cuando se conoció que alguno de esos crímenes eran responsabilidad de bandas de delincuencia común, los medios igual insistieron en su versión, no se sintieron obligados a rectificar.

El 15 de mayo del año 2000, por ejemplo, dos delincuentes colocaron un collar bomba a una señora, Elvia Cortés, exigiéndole a su marido una suma de 15 millones de pesos. Esta imagen dio la vuelta al mundo por la televisión y se estampó en muchísimos periódicos. Tan famosa fue la historia que luego la recreó para televisión la productora Huella latente, lo que sirvió para desprestigiar a las FARC y al proceso de paz. Desde entonces los medios vendieron la imagen del presidente Pastrana como la de un alcahuete o, en el mejor de los casos, un incompetente. Pero no hicieron el mismo esfuerzo de difusión cuando se comprobó que los autores del collar bomba eran delincuentes comunes y no integrantes de las FARC.

Es imposible negar que mientras se desarrollaba el diálogo entre gobierno y las FARC, éstas últimas seguían expandiéndose militarmente, y que incluso utilizaron la zona de distención como fortín militar. En lo que no insistieron estos medios fue en advertir que al mismo tiempo, mientras dialogaba con la guerrilla, el gobierno de Pastrana desarrollaba políticas neoliberales que ocasionaron airadas protestas en los sectores sociales (como recortes en salud, educación y saneamiento). Tampoco se preguntaron los medios qué incidencia podía tener en las futuras negociaciones de paz el desarrollo del Plan Colombia por parte del gobierno colombiano en acuerdo con el estadounidense.

En poco tiempo los medios de comunicación presentaron un verdadero mesías que prometía, a través de su política de seguridad democrática, devolver la confianza a los inversores extranjeros y convertir Colombia en un verdadero paraíso para el capital. Para ello, la misión fundamental era acabar con la guerrilla, más que en el plano militar en el plano del discurso. Por eso los medios masivos de comunicación asumieron las máximas del discurso uribista: en Colombia no hay conflicto y las guerrillas apenas sí son un grupo de facinerosos que aterrorizan a la población civil. Una de las características de los medios masivos de comunicación que se profundizó en estos ocho años de gobierno de Uribe tiene que ver con la adopción de las fuentes oficiales como única fuente y el discurso oficial como manual de estilo. Al agudizarse el conflicto social, los medios masivos se desmarcaron también, no del gobierno sino de sus opositores, y en buena medida multiplicaron el estigma de que estar contra el gobierno era ser subversivo, guerrillero y, por tanto, terrorista.

Ya no resulta posible afirmar que los medios masivos de comunicación son algo así como el cuarto poder, que fiscaliza y vigila el comportamiento de los otros tres para garantizar la salud de la democracia. No son ya una voz imparcial (como han querido mostrarse todo el tiempo) ni representan el interés general del pueblo colombiano.

La caja de resonancia

Desde entonces los medios de comunicación de masas se concentraron en transmitir de forma acrítica los partes de guerra gubernamentales. Los primeros años del gobierno de Uribe fueron de capturas masivas, generalmente de personas integrantes de organizaciones sociales, siempre acusadas de terrorismo o de colaboración con organizaciones terroristas. Todos los días en el noticiero las cámaras filmaban a 20 ó 30 personas que habían sido capturadas. Pero pocas veces hubo un seguimiento juicioso a este tipo de información. Y en un país donde la justicia corrupta suele equivocarse con frecuencia, cabía esperar que ante la presión por los resultados las equivocaciones se multiplicaran. Pero los medios no lo consideraron un problema, y ni siquiera se preocuparon por transmitir que la mayor parte de estos capturados salían libres en menos de seis meses por falta de pruebas.

Si fuera por las cifras de guerrilleros muertos, capturados o reinsertados presentadas por el gobierno a través de los medios, en Colombia se habría acabado tres o cuatro veces con la guerrilla que encontró el presidente Uribe al iniciar su mandato. Sin embargo, los medios masivos siguen contentándose con transmitir las cifras como loros repetidores.

El gobierno instauró su forma directa de gobernar en los medios, con su voz regañona y sus salidas de tono cuando la confrontación era directa, con el irrespeto más grande a la dignidad de su cargo y a la de los periodistas. Y, a pesar de esto, siempre encontró espacio suficiente para aparecer en los medios como si lo hiciera desde su casa, o desde un consejo comunitario, algo que utilizó también para cautivar mediáticamente a la ciudadanía colombiana.


Los medios masivos invisibilizan a las víctimas

Mientras el gobierno acababa mediáticamente con el conflicto y con las guerrillas, se aprestaba también a finiquitar la desmovilización de los paramilitares, lo que le reportaría suficiente rédito político y, además, le permitiría encausar ese pasado borrascoso que amenaza su curriculo político. Para ello creó la Ley de Justicia y Paz (2005), que en el fondo solo buscaba reinsertar a los paramilitares con el menor trauma posible, sin garantizar realmente ni la justicia ni la paz ni la reparación. Por el contrario, metió al congreso un proyecto de reforma rural que prácticamente legitima el despojo al que los paramilitares habían sometido a millones de campesinos en todo el territorio nacional.

Con unos medios de comunicación críticos, comprometidos con una sociedad justa e incluyente jamás hubiera podido instaurarse en país alguno una política como la del gobierno de Uribe, y mucho menos prolongarse a dos periodos y llegar a la desfachatez de amenazarnos con un tercero. Pero este gobierno llegó al extremo de eliminar el delito político de los expedientes de los grupos revolucionarios, a la vez que inventaba la fórmula para declarar a los paramilitares como delincuentes políticos a fin de poderlos amparar con amnistías y programas de reinserción.

A propósito de este circo montado con ocasión de la supuesta desmovilización de los paramilitares, a finales de julio de 2005 se realizó el II Encuentro Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado, que pretendía ser un espacio de deliberación y de presión para que el Estado colombiano asumiera la responsabilidad en el sinnúmero de desplazados, desparecidos y asesinados a manos de los paramilitares en connivencia con las fuerzas armadas. A este segundo encuentro no asistieron los grandes medios masivos (ni El Tiempo ni Caracol ni RCN), entre otras cosas porque las mismas organizaciones de las víctimas mantenían serías desconfianzas frente al papel que han jugado estos actores en esta dura situación que les ha tocado vivir. Lo que sucedió al día siguiente de la clausura del encuentro pareció darles la razón.

Aún sin asistir al Encuentro, el diario El Tiempo publicó un comunicado supuestamente elaborado por los organizadores del evento. Según lo publicado, el Encuentro terminaba acusando a las guerrillas de las FARC y el ELN de ser los principales grupos terroristas violadores de los derechos humanos en el país, y exigiéndoles reparación. Esta información contradecía las conclusiones del Encuentro y se transformaba, más bien, en un señalamiento a las organizaciones participantes. Allí se denunciaban los crímenes de Estado y la Ley de Justicia y Paz, aprobada apenas una semana atrás. Según las víctimas, esta Ley aseguraba la impunidad de los crímenes cometidos por el Estado y de toda la estrategia paramilitar desarrollada por el mismo Estado.

En el V Encuentro Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado, realizado en julio del 2009, la estrategia de los medios fue otra, pero igual de nefasta. Hacía pocos días se había conocido el asesinato en la selva de diez de los once diputados que permanecían capturados en poder de las FARC. Los grandes canales de televisión (RCN y Caracol) enviaron a sus presentadoras de farándula a cubrir el evento, como si de una fiesta se tratara. Pero realmente nada contaron sobre lo que pasaba allí: las periodistas insistían, a pesar de las versiones de los asistentes, en que aquel era un encuentro nacional de víctimas en general, diluyendo la significación de las responsabilidades del Estado en la estrategia paramilitar. Desde allí mismo se centraron en entrevistar por teléfono a familiares de las personas secuestradas y asesinadas, minimizando lo que ocurría en el Encuentro. Era, a todas luces, una actitud consciente y premeditada de invisibilización de las víctimas de los paramilitares y el Estado.

Difícilmente podrá medirse el daño que la actitud de los medios masivos en Colombia durante estos últimos años ha producido en el tejido social y en la confianza de la gente, herida ya de por sí por un conflicto que dura casi cincuenta años. Y más difícil aún será resarcir estos daños. Los grandes medios han sido los que le han permitido conservar a Uribe altos índices de popularidad (prefabricando encuestas), a pesar de todos los escándalos que lo han asediado.

La bomba de los falsos positivos no la destaparon los medios colombianos: fueron las organizaciones defensoras de derechos humanos, en colaboración con organizaciones internacionales, las que lograron situar el tema en la agenda internacional. Y, sin embargo, también en esta ocasión cubrieron las espaldas del presidente, intentando transmitir la idea de que se trataba de algunos militares descarriados, cuando se trataba del resultado de las presiones de la seguridad democrática sobre los resultados.

Hoy los medios intentan inflar, de la misma manera que inflaron la figura de Uribe, la figura de Antanas Mockus, desviando la atención sobre los programas concretos de gobierno de cada uno de los candidatos. El peligro se avecina: una popularidad hinchada artificialmente es la puerta de entrada al autoritarismo político, al fascismo disimulado. Eso fue lo que mantuvo erguida e impoluta la figura de Uribe, a pesar de todas las denuncias en su contra, de los altos funcionarios corruptos y comprometidos con el paramilitarismo, de su estilo de mayoral y su moral mafiosa, incluso a pesar de los pésimos resultados en materia social.


Rubén Darío Zapata es economista y filósofo. Colabora habitualmente con el periódico colombiano Periferia.

Fuente: http://www.revistapueblos.org/spip.php?article1910